lunes, 30 de diciembre de 2013

Echando la vista atrás: repaso del 2013


No voy a ser original con esta entrada, porque hacer revisión del año cuando está a punto de terminar es algo muy común. Sin embargo, sí es la primera vez que lo hago yo en este blog, que empecé hace ya un año y cuatro meses. Me voy a extender un poquito más allá del plano laboral, aunque no suelo hablar mucho de mi vida privada en el blog.


Calendario 2013 de un vistazo

- Enero a marzo: sigo como becaria del Parlamento Europeo en Luxemburgo, haciendo la prolongación de tres meses que me ofrecieron.

- Abril y mayo: ya de vuelta en Las Palmas, busco trabajo (que encuentro bastante rápido) y aprovecho las semanas de desempleo para prepararme el CPE, presentarme y aprobarlo, además de dar clases particulares y hacer con Trágora Formación el curso Fiscalidad, contabilidad y gestión comercial para traductores.

- Junio a agosto: trabajo durante tres meses en el departamento de márketing de una joven cadena hotelera canaria, haciendo mucha traducción inversa de textos turísticos y de otros tipos, además de trabajitos de otra índole.

- Septiembre a diciembre: imparto clases de lengua, inglés y refuerzo educativo en un centro concertado de mi ciudad a alumnos de secundaria, PCE y ciclos formativos de grado medio.


Aspectos positivos del 2013

- He trabajado. En el plano laboral, el 2013 ha sido sin duda un año muy positivo para mí. Ya habiendo tenido la experiencia de seis meses de desempleo cuando terminé la carrera, temía que me ocurriera lo mismo al acabar el máster, pero por suerte conseguí la tan ansiada beca en Luxemburgo y, casi a renglón seguido, los trabajos como traductora y profesora. 

- He tenido la oportunidad de probar mis dos pasiones. Lo he dicho por activa y por pasiva: me encanta traducir y me encanta dar clase. Tengo la enorme suerte de haber podido trabajar en ambas profesiones, contrastarlas y saber por dónde quiero que vaya mi futuro laboral.

- He hecho una segunda experiencia de vida en el extranjero. Creo que las estancias en el extranjero son un medio maravilloso e inigualable para madurar, abrir la mente, hacer nuevos amigos y conocer otros lugares y otras formas de pensar. Mi beca de seis meses en Luxemburgo fue mi segunda experiencia de vida en el extranjero (la primera, el Erasmus en Viena).

- He vuelto a mi voluntariado. Quienes me conocen saben que he trabajado durante años como animadora de jóvenes de forma voluntaria. Después de un parón de casi un año y medio, volví el pasado abril a ocupar mi tiempo con esta labor tan preciosa y que tanto me aporta, rodeada, además, de gente maravillosa.

- Tengo una fantástica relación de pareja. Hace años que la tengo, pero estoy más contenta que nunca y, aunque no recomiendo a nadie la distancia, al final hemos salido mucho más maduros y más reforzados.

- He regresado a Taizé. Muchos no lo conocerán, pero yo tengo que decirlo. Taizé es un lugar mágico. Llevaba cinco años deseando volver y el verano pasado, por fin, cumplí mi deseo.



Aspectos negativos del 2013

- He descuidado el blog en los últimos meses. Desde que empecé como profesora, he escrito mucho menos y he navegado también menos por otros blogs de traducción.

- He leído poco. Siempre he sido una lectora empedernida, pero hace unos años que he bajado el ritmo y no me gusta. Quiero aumentar mi grado de lectura, tanto de novelas como de libros de no ficción.

- No he mantenido un buen ritmo de deporte. Me fue bastante bien durante el verano, pero desde que empecé en el colegio lo dejé casi por completo y no puede ser. 

- No me he parado todo lo que habría querido. Me gusta meditar, pararme, tomar distancia... Muchas veces me dejo llevar por el frenético ritmo del día a día y no le doy la importancia que tendría que darle.

- He sufrido una pérdida muy importante. Es lo que ha traído diciembre y no puedo dejar de nombrarlo. Que descanses, papá.




Mis propósitos para el año que viene se desprenden de casi todo lo que he escrito en los aspectos negativos, además de:

- Conducir (!),
- Viajar lo que pueda,
- Pasar mucho tiempo con mi familia,
- Seguir formándome,
- Independizarme,
- Y, sobre todo, madurar y disfrutar.


Les deseo a todos un muy feliz año 2014. 
Y que trabajemos mucho por nuestros propósitos, que solos no se van a cumplir.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Enfrentando pasiones: traducción vs. docencia







VS




Muy buenas tardes.

Como habrán podido comprobar, he estado inexcusablemente inactiva en este blog en las últimas semanas (meses). De verdad que lo siento, pero el trabajo me ha absorbido casi por completo y, cuando me pongo a escribir una entrada, prefiero que sea con tiempo y ganas para ofrecer algo de calidad. Aprovechemos, por tanto, estas magníficas vacaciones de Navidad, una de las ventajas de ser profesora... Y precisamente sobre esto mismo trata esta entrada: voy a intentar enfrentar, con sus pros y sus contras, dos profesiones (y pasiones) que llenan mis días y que me llenan a mí como persona.

Huelga decir que no pretendo sentar cátedra, ni siquiera tomar una decisión clara y que esta entrada no refleja más que mi visión personal.

Todas las ventajas y desventajas que exponga serán siempre en comparación con la otra profesión de la que hablo, es decir, que podría ponerme a comparar la traducción con la cocina y saldrían pros y contras muy diferentes.

VENTAJAS DE LA TRADUCCIÓN - DESVENTAJAS DE LA DOCENCIA
  • Comodidad. Por supuesto, es mucho más sencillo trabajar frente a un ordenador que frente a treinta adolescentes. Tanto si es en oficina como en casa, un mal día puede pasar mucho más desapercibido, no vas a tener que lidiar con personas de carne y hueso. Como mucho, algún que otro cliente, hacer trámites administrativos, etc.

  • Flexibilidad. En relación con el punto anterior, la traducción, y sobre todo cuando se es autónomo, es un trabajo muy flexible. A menos que esté totalmente pillada por un plazo demasiado corto, siempre podré acomodar el trabajo a mis circunstancias. Si, por ejemplo, me da un fuerte dolor de cabeza, puedo descansar un rato y retomarlo más tarde. Si tengo un día "tonto", quizás puedo ponerme a actualizar mi web, mis redes, mi CV, etc, en vez de hacer una traducción complicada (siempre y cuando, repito, lo permitan los plazos).
  • Siempre estoy aprendiendo cosas nuevas. Dando clases también, está claro. Sin embargo, voy más bien al nivel cultural que me voy forjando con mi trabajo. Las asignaturas que imparto este año en el colegio no son de un nivel muy complicado (Lengua de 1º de la E.S.O., Inglés inicial para adultos...). Aunque me prepare las clases, todas las cosas que doy las conozco, no hay nada nuevo. Traduciendo es diferente. Cada texto me enseña siempre cosas nuevas de ámbitos en los que quizás jamás me había parado siquiera a pensar. Y como yo soy muy curiosa, siempre me ha gustado mucho el trabajo de documentación dentro de la labor de traductora. Si no hubiera trabajado en el Parlamento, por ejemplo, ¿qué sabría yo del gas de esquisto, de la cultura croata o de los impuestos de matriculación de vehículos en Europa? Menos, seguro. Quizás nada.

  • Juego con la lengua en todas sus dimensiones. Si soy traductora es porque me fascinan los idiomas, tanto el mío propio como los extranjeros. Cuando traduzco, necesito muchísimos más conocimientos y muchas más habilidades para moldear la lengua de los que me hacen falta dando clase. No demanda lo mismo de mí intentar que mis alumnos comprendan qué es un sustantivo (que puede ser más complicado de lo que parece) o que sean capaces de representar una conversación sencilla en inglés, que ponerme a traducir un texto complicado, por ejemplo, uno literario, con juegos de palabras, donde las connotaciones cobran protagonismo... vamos, el tipo de texto que me realiza como traductora.
VENTAJAS DE LA DOCENCIA- DESVENTAJAS DE LA TRADUCCIÓN

  • Dimensión social. Para mí, esta es sin duda la diferencia que más me hace decantarme por la docencia. Me encanta trabajar con personas, aunque demande mucho más de mí y me queme y me canse más que la pantalla del ordenador. Adoro estar en el colegio y que esté lleno de gente, tanto alumnos (míos y ajenos), como todos mis compañeros profesores. Agradezco profundamente esto. Si trabajara de autónoma, sin duda echaría muy en falta las relaciones sociales. Y como traductora en plantilla, aunque tendría compañeros, seguiría echando de menos que mi trabajo estuviera dirigido de manera directa a otras personas. Que sí, que cuando traduzco un texto es porque alguien va a leer mi traducción, pero no es para nada el mismo caso, el mismo tipo de relación.
  • Fin último. No sabía cómo denominar este apartado. El mayor objetivo de la docencia en centros escolares es educar jóvenes. De forma paralela está la trasmisión de conocimientos, o, más bien, el servir de guía a los niños y jóvenes para que construyan su aprendizaje. Me parece un objetivo precioso. Cuando traduzco, cada texto puede tener metas totalmente diferentes: hacer publicidad, entretener al lector, dejar claras unas instrucciones de uso, etc. También puede ser educar o enseñar, pero no tiene por qué. Lo cierto es que no me llena traducir cierto tipo de textos dependiendo del fin que haya detrás.
  • El regalo de ver frutos. El momento en el que ves cómo un niño que no lograba hacer algo por fin lo hace bien, cuando ves que los alumnos son capaces de aplicar cosas que han aprendido varias semanas atrás porque ya las han incorporado a su subconsciente... es impagable. Los frutos de una profesión como la docencia no se recogen de hoy para mañana. A veces ni siquiera llegamos a verlos. Pero están ahí. Esos jóvenes están madurando y tú eres un referente para ellos. Es una tremenda responsabilidad, pero, si se consigue hacer bien, la satisfacción del trabajo bien hecho será infinita.
  • Sueldo fijo a fin de mes. No podía acabar sin resaltarlo, aunque sea una ventaja mucho más banal que las otras que he nombrado. No obstante, yo siempre he sido de las personas que buscan estabilidad y, en ese sentido, saber cuánto dinero voy a cobrar y cuándo es un alivio para mí. Admiro mucho a los emprendedores y sobre todo a los que consiguen sacar a flote un negocio contra viento y marea, pero, si es posible, prefiero la seguridad de un contrato.

Aquí lo dejo. Personalmente, me encantaría poder compaginar ambas profesiones en un futuro, como ya he dicho alguna vez. Veamos que nos depara el futuro.