martes, 22 de enero de 2013

Preparativos

Como lo prometido es deuda, aquí va una entrada sobre los preparativos (nada importante, no hay que asustarse) que debe tener en cuenta un futuro becario antes de comenzar las prácticas.

En primer lugar, es interesante saber que todas las becas de traducción para el Parlamento se conceden para Luxemburgo, pues, como ya he explicado con anterioridad, es donde se sitúa la Secretaría General de esta institución. Así que olvidémonos de grandes ciudades como Bruselas y Estrasburgo. Lo primero es hacerse a la idea de que vamos a pasar una temporada viviendo en un país cuya superficie (2.586 km²) es solo el 150% de la de mi Gran Canaria, un país de medio millón de habitantes, de los cuales 100 000 viven en la capital, también llamada Luxemburgo. Para quien disfrute de las grandes ciudades, esto puede ser un punto negativo, pero, como todo, es cuestión de gustos. Lo que sí es cierto es que el tamaño tan reducido del país nos permite viajar al extranjero con verdadera facilidad y rapidez: Bélgica, Francia y Alemania están a tiro de piedra. De situación al menos no hay queja posible.


Uno de los primeros retos que afronta el futuro becario, aún en casa, es la búsqueda de alojamiento. Para tranquilidad de todos, el propio Parlamento facilita una lista de alojamientos en alquiler, tanto habitaciones en casas de los propios propietarios (esto es extremadamente común), como pequeños estudios aparte o pisos compartidos. Debemos tener en cuenta que los becarios del Parlamento no somos los únicos que buscamos piso, hay que sumar a los de la Comisión y a los de otras instituciones, además de un montón de trabajadores extranjeros que viven aquí. Esto tiene dos consecuencias directas: una, las posibilidades de alojamiento vuelan, así que uno no puede permitirse pensárselo durante demasiado tiempo, y, dos, los precios están por las nubes. Es muy difícil encontrar algo por debajo de los 400 euros, y lo más común son más bien 500. Puede parecer muchísimo (y lo es), pero así están las cosas. Si encuentras algo por 300... desconfía. 

Así pues, mis pequeños consejos para la búsqueda de alojamiento son:

1. Date prisa y contacta a mucha gente a la vez: Recomiendo empezar (y terminar) con la búsqueda cuanto antes, en cuanto sepamos que se nos ha concedido la beca. Que no nos dé reparo mandar cuarenta e-mails a la vez (yo lo hice y me fue muy bien).

2. Haz todas las preguntas que te surjan: derecho a cocina, existencia o no de contrato de alquiler, equipamiento de la habitación o de la casa, permiso para traer visitas, tanto de día como para pernoctar y si te cobran por ello, gastos extra no incluidos, conexión por transporte público, distancia a Kirchberg (también se puede comprobar con un sencillo google maps), supermercados en la zona, etc. Es importante esto de que te contesten las dudas antes de comprometerte con un sitio en particular. Te puede pasar (conozco un caso) que llegas a la casa y te das cuenta de que vas a vivir en el sótano. Además, este envío de e-mails es también una manera de tantear a los propietarios y hacernos una idea de lo simpáticos o estrictos que son. Hay mucho propietario extraño y tiquismiquis en Luxemburgo. 

3. Pide fotos. Ya sabemos que una imagen vale más que mil palabras. Es interesante poder ver fotos no solo de la habitación, sino de la cocina, del baño, de la casa por fuera o de zonas comunes. Ayuda muchísimo a elegir.

4. No te empecines con conseguir algo en Luxemburgo capital. No lo niego, preferiría vivir más céntrica, pero no es tan grave y muchas veces se encuentran cosas mejores y con mejor relación calidad-precio en los barrios circundantes. Más que la distancia, importa la calidad y frecuencia del transporte público.


Una última cosa: hay otras maneras de buscar alojamiento en Luxemburgo que no pasan por la lista de propietarios del Parlamento y se pueden conseguir cosas más baratas. Sin embargo, si te decides por buscar piso por medio de una página web (lo cual siempre desaconsejan en el Parlamento, pero puede dar buenos resultados si uno es avispado), ten mucho cuidado porque abundan los timos.


Además del alojamiento, obviamente hay que buscarse la manera de llegar a la ciudad para poder comenzar la beca.


Para venir a Luxemburgo en avión hay tres posibilidades razonables: el propio aeropuerto de Luxemburgo (a mí me ha venido de maravilla, porque lo tengo cerca de casa y tiene vuelos directos Luxemburgo-Gran Canaria, pero opera básicamente con Luxair y otras compañías caras, así que a muchos puede no salirles a cuenta) y Bruselas-Charleroi y Frankfurt-Hanh, dos aeropuertos de compañías de bajo coste que se encuentran a tres y dos horas en guagua de Luxemburgo, respectivamente.

Aparte, obviamente, existe la posibilidad del tren y del coche privado.


Una vez tenemos cerrado el alojamiento y el transporte de ida, no queda más que esperar. Hay que asegurarse, eso sí, de traer con nosotros la carta de invitación a las prácticas que te enviarán directamente a tu casa por correo, así como los datos bancarios de tu cuenta española. Estas dos cosas harán falta el primer día.

Como es el caso con cualquier empresa, no está mal informarnos un poco de la institución para la que vamos a trabajar, pero nadie va a examinarte sobre tus conocimientos de la UE. Quiero decir, que está muy bien refrescar esta información, pero porque nos puede ser útil a nosotros mismos.

En cuanto a herramientas de traducción, tampoco hay que volverse loco antes de venir. Si sabes utilizar Trados, perfecto. Si no, pues también, porque aquí ya se encargarán de enseñarte todo lo que te hace falta para trabajar correctamente.

martes, 15 de enero de 2013

Cómo solicitar las prácticas de traducción del PE

Primero que nada, ¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

Un poco tarde, sí, pero decidí no actualizar el blog durante las vacaciones de Navidad, puesto que creo que, para solo seis meses que voy a vivir esta experiencia laboral en el Parlamento Europeo (y ya el cuarto va corriendo), voy a concentrar mis entradas en cosas que tengan que ver con ella. Estoy segura de que en el futuro habrá hueco para mucho más.

Hoy, pensando en qué podía contar de nuevo, me he dado cuenta de que me he centrado tanto en hacer un «blog profesional», que no he explicado nada de lo que supone vivir en Luxemburgo haciendo estas prácticas, y sin embargo puede ser un tema muy interesante para quien se plantee pedir la beca. No obstante, antes de hablar de la vida en sí, empezaré por el principio: cómo pedir la beca y cómo prepararse para esta experiencia.

Empecemos por el principio: en la UE hay varias instituciones y casi todas ofertan becas (aquí se ofrece un listado general). Las más interesantes para traductores son las del Parlamento y las de la Comisión.

Las de la Comisión duran siempre cinco meses (octubre-febrero y marzo-julio), sin posibilidad de ampliación y pueden tener lugar tanto en Bruselas como en Luxemburgo, aunque no es el solicitante el que decide el destino. Hace poquito se ha abierto el plazo para el periodo octubre 2013-febrero 2014.

Las del Parlamento se ofertan en periodos de tres meses, prorrogables por otros tres. Ahora mismo está abierto el plazo de solicitud para comenzar el 1 de julio. Me centraré en estas, que son las que conozco mejor, pero no creo que las cosas difieran demasiado en el caso de la Comisión.

El proceso de selección no entraña demasiada dificultad. En un primer momento, simplemente hay que rellenar la solicitud virtualmente, aunque requiere que nos la tomemos en serio y con tiempo. Es especialmente importante hacer una buena carta de motivación, la tienen muy en cuenta a la hora de elegir. No hay problema si no se tiene experiencia laboral, en realidad creo que cuenta más el expediente universitario, aunque tampoco hay que desanimarse si no contamos con uno especialmente bueno. Nunca se sabe.

Unas semanas más tarde te avisan de si has sido preseleccionado, en cuyo caso debes enviar toda la documentación, con fotocopias de diplomas y certificados, por correo ordinario a Luxemburgo. A partir de ahí solo queda esperar y estar atentos al correo electrónico.

Normalmente la respuesta llega unas seis semanas antes del comienzo del periodo de prácticas, a veces un poquito antes. Hay tres opciones: no te admiten, te admiten o te ponen en lista de espera. No tires la toalla si pasa esto último: no hay garantía, pero sí opciones de que te ofrezcan un puesto más adelante (lo digo por experiencia propia). Si te dicen que sí, un simple e-mail de confirmación por tu parte ya te convertirá en futuro becario del Parlamento.

Casi todo lo que he dicho aquí aparece explicado en las bases o en las preguntas frecuentes de la solicitud, pero me gustaría terminar la entrada con un poquito de información «desde dentro»: aunque en las bases se dice que, de manera muy ocasional, puede ofrecerse una prolongación de las prácticas por otros tres meses, la realidad es que esta oferta es muy común. ¿Por qué digo esto? Por dos razones. La primera, para que, en caso de ser seleccionado, tengas en cuenta que es muy probable que te ofrezcan quedarte. La segunda: si te colocan en la lista de espera, es posible que no sea porque no les interesas demasiado o porque haya varios candidatos por delante de ti, puede ser simplemente porque a los becarios actuales se les ha prolongado la beca, o porque solo han cogido a uno nuevo porque los otros tres se quedan tres meses más (ahora mismo al menos somos cuatro en la Unidad de Español). Lo dicho, no hay que desanimarse por esto.

Hasta aquí por hoy. Me queda pendiente una entrada sobre los preparativos desde casa y qué esperar, a priori, de esta experiencia, y una segunda (o dos) sobre cuestiones más generales de la vida de un becario en Luxemburgo. Espero ser de ayuda. 

Solo me queda animar a todo aquel que esté en duda a enviar ambas solicitudes. El «no» ya lo tenemos, ¿pero y si resulta que es un «sí»?